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Un cepillado agresivo tiene consecuencias para nuestra salud bucondental

30/10/2017

  • Salud bucodental

Si tu cepillo de dientes enseguida se estropea es que tienes un cepillado agresivo.

Un cepillado demasiado enérgico o frecuente o con una técnica inadecuada tiene consecuencias negativas para nuestra salud bucodental.

Aquí te contamos a lo que te…

1. Abfracciones dentales.  Desprendimiento de esmalte en el cuello del diente.
2. Recesión de las encías.  Inflamación y retracción de los tejidos de las encías que deja al descubierto parte de la raíz de los dientes. Esto no sólo trae consecuencias estéticas, sino también hipersensibilidad dental y mayor riesgo de sufrir caries.

Por lo general, las personas que realizan un cepillado agresivo comienzan a utilizar cepillos duros con la intención de no apretar tanto, pero en la práctica esto acaba siendo contraproducente ya que suelen causar un daño mayor.

¿Qué podemos hacer para no caer en el cepillado agresivo?

  • El cepillo es una escoba, no una fregona:  El cepillo limpia por barrido, por lo que no tenemos por qué frotar con fuerza contra los dientes y encías. Si barriéramos nuestra casa pulsando la escoba contra el suelo, limpiaríamos mal el suelo y, además, dejaríamos dobladas las cerdas de la escoba.
  • Utiliza un cepillo con aviso de presión:  Hay cepillos eléctricos que ayudan a evitar el cepillado agresivo gracias a una función que nos alerta cuando estamos estrechando en exceso y que incluso reduce el número de revoluciones.
  • No utilices dentífricos abrasivos:  Las pastas de dientes abrasivos, como las blanqueantes, pueden agravar el cepillado agresivo, de modo que podemos optar por aquellas que tengan bajos índices de abrasividad.
  • Cuidado con las comidas y el momento del cepillado:  Si no dejas de transcurrir al menos media hora después de haber tomado algún alimento o bebida ácida (naranjas, yogur, bebidas gaseosas, piña…), tu esmalte será más débil y el cepillado agresivo resultará aún más peligroso. Antes de cepillar, deja que pase una media hora desde la comida o enjuáguete muy bien la boca con agua para regular el nivel de pH.

Utiliza el rastro y no la fuerza durante el cepillado.

Desde Clínica Rubianes, además, te animamos a visitarnos para evaluar la técnica que utilizas para lavarte los dientes y aconsejarte cómo puedes mejorarla.